martes, 12 de mayo de 2020

Volver a la Madre (y algo más)

Tenía el borrador de esta entrada escrito desde finales de marzo pero por algún motivo no lo había publicado. Hoy sin querer enfocar nada, el mismo sentimiento de tristeza me ha llegado y al venir al blog a escribir me he encontrado con esta entrada que ya no recordaba:

FECHA: Algún día de finales de marzo de 2020

Os cuento cómo siento yo el tema este del virus y mis conclusiones según lo que he ido sintiendo y lo que he ido contrastando con otras personas que también son sensitivas y han recibido otras piezas del puzzle que han conformado un argumento con línea de seguimiento.

Quien me siga en facebook leyó el sueño aquel que tuve con los tomates y el Antipadre y su control. Aquel sueño me trajo el mensaje que era importante no desconectarse de la Madre, de la Tierra como madre nutricia y sostenedora (si alguien quiere leer el sueño que me lo diga y se lo paso).
El Antipadre representaba al control, al seguimiento y al castigo. No hay que tenerle miedo porque es de lo que se alimenta. Ese era el mensaje respecto a él, pero también os digo que al Antipadre no se le puede enfrentar directamente. Hay que ir contra el Antipadre pero de una manera soterrada, pareciendo que le haces caso pero no. Todo muy sigiloso, muy ninja por decirlo de alguna manera. Si no le tienes miedo es como que no te detecta. Algo así como un sistema de Fuerza y Contrafuerza. Cuanta más oposición fuerte le pongas, te va a contestar con algo más fuerte aún, y en comparación con él somos hormiguitas a las que aplasta sin contemplaciones.
Dada la situación ahora mismo, lo más inteligente es hacer caso en la medida de lo posible pero sabiendo que esto va a traer consecuencias en muchos niveles. Físicas y psicológicas y, por supuesto, económicas (sobre esto también tuve otro sueño en el que se apuntaba a la necesidad de cuidar y de ser justos respecto a los gastos que se hagan. Cosa que parece sencilla pero que no lo es tanto. Si alguien quiere ese sueño también está en mi muro).

Respecto a las emociones resonantes con el virus... He hecho igual que hago con los pacientes, me voy al órgano o zona afectada y espero a ver qué dice. Bueno, pues en esta ocasión lo que me ha llegado ha sido mucha tristeza. Hay una tristeza soterrada, profunda (se afectan las zonas más profundas del pulmón) que además encubre cierto rencor hacia quienes no nos quisieron como debieran (eso a nivel micro). A nivel macro ese pulmón o pulmones afectados hablan de la tristeza por la desconexión con la Madre. La humanidad vive desconectada absolutamente de ella. El Antipadre se ha encargado de convertir el modo de vida occidental en una separación del amor hacia Ella y de Ella. Y nuestra alma está triste, muy triste por ello porque el alma SABE quien es la Madre y los efectos que tiene vivir separado de Ella.



Por eso os digo, indagad en vuestras tristezas, en vuestros rencores hacia las personas de vuestra vida que consideréis pero también volved e invocad a la Madre. Pedid que os acoja, que os haga recordar que también sois Hijos de la Tierra. Volved a reconectar con sus mensajes. De esto sabían mucho los Indios Americanos, os remito a ellos y a sus mensajes y conexiones con el Gran Espíritu y la Madre Tierra si no sabéis cómo empezar.
Los motivos de este virus son múltiples y variados y creo que demasiado complejos para poder llegar a entenderlo bien pero parte del problema es la desconexión con la Madre. El sistema sanitario ahora mismo es esa Madre, algo que cuida y protege y ya véis cómo está. Defenderla y protegerla es defender y proteger a la Madre.
Una de las formas, y esto lo pongo como idea, para conectar con la Madre es crear un espacio en casa (no un altar, eso no) donde estén representados los cuatro elementos:
- Tierra: Unas piedras, una maceta con planta viva.
- Fuego: Una vela
- Agua: Un recipiente con agua o una pecera incluso.
- Viento: Podéis ponerlo cerca de una ventana o en un lugar donde sera fácil que corra el aire.
Ahí podéis poneros un ratito a modo oración para pedir reconectar con la Madre, para que guíe vuestros pasos o lo que sintáis decir.
Creo que es buen momento para recogernos un poquito e intentar volver a la esencia de lo que somos y restaurar el vínculo con Ella.


Todo eso fue escrito a finales de marzo de este año. Hoy, día 12 de Mayo, sin enfocar nada y sin hacer nada en particular me he visto sobrepasada por una tristeza enorme, brutal, enormísima. He intentado enfocarlo pero me resultaba difícil, me ponía muy nerviosa, con una sensación de peligro inminente, de algo que se viene sin remedio y que no es nada bueno. 
No he sido capaz más que de diferenciar algo relacionado con niños, con sufrimiento humano, con hambrunas, con sufrimiento atroz... Físicamente me duele el costado derecho, el pecho y la garganta. También tengo una leve sensación en el bajo vientre y entrecejo. Es una sensación muy dispersa, poco concreta y por eso me cuesta mucho enfocarlo hoy. Sólo percibo la tristeza como un paño que lo envuelve todo y que lo impregna todo. No me puedo concentrar, camino por casa como un león enjaulado preguntándome si no me estaré volviendo loca.

Tal vez en estos días se me aclare algo o simplemente la sensación desaparezca sin más. 
Nunca se sabe con estas cosas.