miércoles, 12 de octubre de 2016

Cuando descubrí que "escuchaba a los cuerpos"


Ya no recuerdo el día.
Tampoco recuerdo con quién me sucedió por primera vez.
Pero poco a poco empecé a darme cuenta que durante las sesiones mi cuerpo empezaba a sentir algo (dolor, presión, punzadas...) en una zona determinada. Al principio creía que era algo fortuito, algún dolor provocado por la posición. No sabía muy bien qué motivaba aquello porque cuando terminaba de tratar al paciente, esa sensación desaparecía.
Pero como era algo que se repetía, un día me planteé "¿Y si no es mío?¿Y si es del paciente?". Así que casi de manera intuitiva cuando sentía esas sensaciones en mí, iba a esa zona pero en el cuerpo del paciente y colocaba allí las manos. Y entonces descubrí que de pronto... sabía cosas! Llegaban imágenes, o una información, o una palabra. Llegaba ALGO. Y no era mío.
Al principio dudé. Pensé que tal vez eran cosas que me estaba inventando. Que mi mente me la estaba jugando. Y la única manera de saber si me lo inventaba o no era preguntando al paciente por aquello que me llegaba.
Y entonces pregunté. Y... Oh, sorpresa! Coincidía! No salía de mi asombro. ¿Cómo podía ser?
¿Cómo era posible que de pronto yo supiera cosas sobre las emociones enquistadas de aquellas personas que sólo querían tratarse su dolor de espalda, de cuello, de rodilla...?
No entendía... Pero no lo negué ni lo quise apartar. Me parecía TAN útil que me mantuve a la "escucha".
Y un montón de personas me han permitido llegar hasta sus profundidades y poder ayudarles.
A ellos. GRACIAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario