miércoles, 12 de octubre de 2016

Demasiado poco Vida

He descubierto cuan necesario es el tiempo para uno mismo, para respirar, para relajarse y como no, para meditar. Buscar ese Silencio Sagrado donde habitualmente están todas las respuestas a las preguntas que tenemos y que nos cuestan tanto encontrar.
Hace no demasiadas semanas, tratando a una paciente, observé cómo era su respiración. Su energía era muy baja, estaba agotada, además se medicaba por un tema de ansiedad y el solo hecho de levantarse de la cama le resultaba un mundo imposible de alcanzar. Su respiración era superficial, corta, escasa... Su respiración era la suficiente para no morirse, nada más.
En ese momento me di cuenta de que ciertamente muchos de los pacientes que vienen a consulta (y por ende, mucha población en general) apenas sabe cómo respirar para optimizar la funcionalidad de su organismo. Y en la mayoría de las ocasiones esto es producto de una vida demasiado "desconectada" de sí mismos, demasiado estresada, demasiado rápida. Demasiado poco Vida.

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